Tras las dos últimas entradas, que me colocan en el día 2 de julio, y teniendo en cuenta que estamos a 12, voy a intentar ser sintétic como el poliéster, a ver si me pongo al día con un par de entradas más.
Tras el triunfo de España, llegó el lunes, día en el que Sandra empieza su curso, y en teoría yo voy a tener tiempo para en paralelo, ir haciendo mis cosas. Adelanto que de momento, este tiempo no lo he encontrado, pero confío en hacerlo la semana que viene...
Mi temporada de Fermín (nombre del chófer por autonomasia), por tanto comienza, pero antes, tenemos que ir a un Office Depot, igualito de los que hay en España, para como buena colegial, Sandra se compre un cuadernito y algún boli.
Tras dejar a la princesa en su cole (WLAC), decido ir a visitar una tienda de deportes que me ha recomendado Luis (Big 5), para ver si compro algunas pelotas de tenis y de paso unos calcetines, que tengo pocos. Hay una cerca de Camelot y del colegio. La verdad es que nuestro querido gabacho Decathlon le da cien mil vueltas a esta cadena, pero bueno, compro unas pelotas de tenis Penn (muy baratas, por cierto, 2,49$ tres) y no compro los calcetines porque me parecen muy caros. Ahora sí que sí, ¡estamos preparados para comenzar nuestra temporada de tenis!
Al llegar a casa, hago el ejercicio de listening con la TV (es una maravilla ver la tele durante horas y que resulte provechoso, aunque sea viendo anuncios). Además, consigo el gran avance de encontrar los subtítulos (en inglés), que son una herramienta cojonuda para coger vocabulario y entender al 100%. El problema es que cuando pones los subtítulos, no paras de leerlos, con lo que no te concentras en lo que dicen. Moraleja, a veces hay que ponerlos y a veces hay que quitarlos.
Sandra sale a las 18:00 estos dos primeros días, pero con tanta tribulación televisiva, y tras hacerme la comidita Rodríguez de turno, ya se ha hecho la hora. Como hoy hay que llevar a Ada a la revisión de su moflete, la subo en el coche y vamos juntitos a buscar a la niña. He de decir que estas dos últimas semanas, la perra se ha enamorado un poco de mi (creo) ya que he tenido que estar 30 minutos al día frotándole el carrillo con una toalla con agua caliente para que la herida terminase de drenar, y que quieras que no, eso une. Tras visitar a nuestro ya entrañable veterinario, nos dice que la perra ya está bien, que no hay que hacerle nada más, con lo que la alegría que nos produce es mayúscula. Ada está curada. Tres palabras que parecía que nunca iban a estar juntas. La verdad es que ya le había cogido cariño a nuestro peculiar Dr. Girgis, y hasta me da un poco de pena el (en principio) no verle más. Se me quita en seguida, pensando en lo que va a descansar mi bolsillo, y además toco madera para que delic-Ada no me dé motivos para visitarle de nuevo.
Como estamos enfrente del DVD-club, decidimos coger una peli, en concreto la de Capitán América, que es la única de Marvel que no he visto, así que allá que vamos a ver a nuestro desconfiado oriental. Al vernos nos felicita efusivamente (gran afición al fútbol en Asia) y tras una corta charla de fútbol y de lo bien que juega España (se ha visto el partido dos veces el tío, cosa que yo no he hecho), cogemos la peli y nos dirigimos a una tienda de todo a 99 centavos que hemos visto, para comprar algunas cosas para hacer el chorra el 4 de julio, que se aproxima.
La tienda, resulta ser un chino, que aquí, por cierto no se prodigan, con lo que ya hemos encontrado lo único que nos faltaba, la tienda de mierdas que solucionan muy bien algunas situaciones (desde luego, no compres herramientas aquí). Compramos unas chuminadas para celebrar el día de la independencia que se avecina, y algunas cosas más que en otros sitios nos habían parecido muy caras, como pinzas de la ropa (que vamos a utilizar para mantener cerradas las cosas de cocina -café, arroz, pan de molde-, ya que para la ropa no, que tenemos la secadora comunal), una piedra para afilar (que ya se está deshaciendo, por cierto), un pelador (el que compré en Walmart ha resultado ser pésimo, peor que el de los chinos) y alguna mierdecilla más.
Tras la visita al mega-chino, volvemos a casa y vemos la peli. Psé. Nunca el Capitán América ha sido de mis preferidos y por tanto tampoco la peli. Super-héroe sobrevalorado, como Torres en España...
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