Tras la entrada de blog anterior, llegamos al 1 de julio, cumpleaños de mi querido amigo Óscar Remacha.
Este día es la final de la Euro 2012, y en ella, efectivamente vuelva a estar España. Increíble que con todas las decepciones que nos ha dado la selección a lo largo de mi vida (canción de Gomaespuma incluida "A ver qué nos hacen estos" -que, por cierto, ya no hay quien la encuentre, probad-), ahora esté totalmente en la cúspide del fútbol mundial, siendo vigente campeona de Europa y del mundo. Este momento hay que aprovecharlo, que por cierto, coincide con el peor del pais, hasta donde alcanza mi recuerdo.
Bueno, el hecho es que vamos a verlo con nuestros amigos a un sports bar (Barney's Beanery) de Santa Mónica, por el que pasamos el día anterior, y que fue donde vimos la supercopa, como comenté también en la entrada anterior. El bar está petado, cosa curiosa, teniendo en cuenta que el partido es a las 11:45 de la mañana y que la afición al "soccer" aquí, es limitada. El ambiente es muy bueno, predominando las camisetas de España (aunque por lo visto el bar es de un italiano), porque ya se sabe que la gente se apunta a caballo ganador, y ahora, España (en deportes) lo es. Con lo que vemos gente de todas las razas con camisetas rojas, y muy pocos (casi ninguno) con italianas. Además, hay algún español y algún italiano, también.
Del partido, no voy a decir mucho, todos lo vimos. Fue muy emocionante vivir el arrase de España desde aquí, aunque evidentemente, como se viven estos acontecimientos es con los amigos, y aquí se echaron de menos, ya que sólo estábamos los que estamos. Tras la alegría del TRIUNFO hicimos unas cuantas fotos con la gente que simpatizaba con España (por desgracia no las hicimos con nuestra cámara, por lo que no las tengo todavía), y tras la lagrimita de emoción pertinente, por el triunfo y por la lejanía de compartirlo, salimos del bar camino de la playa de Santa Mónica.
Algunos (pocos) nos dan la enhorabuena, ya que vamos con las camisetas de España puestas, pero el acontecimiento, en líneas generales, aquí ha pasado más o menos desapercibido.
Pasamos la tarde en la playa, aunque como no estamos pertrechados no nos bañamos. Jugamos un poco al frisbee (que por cierto soy un manta de pelotas) y tras darle con él a dos señoras tomando el sol, decidimos cambiar a las palas, que están un poco más controladas.
El día de playa acaba tras hacer el pardillo, midiendo mal la subida de la marea (¿cuántas veces en la vida nos tiene que pasar esto y cuántas más nos pasará de nuevo?), sube una ola que nos empapa todas nuestras cosas. Por suerte, no ha habido ninguna baja, sólo zapatos mojados. La mochila la salvó Sandra a tiempo, a costa de mojarse ella entera.
Tras este episodio, ponemos rumbo a casa, felices por ser Españoles. Ninguna Selección había conseguido ser la mejor de su continente dos veces consecutivas y entre medias ser campeona del mundo. Tenemos el MEJOR EQUIPO DE LA HISTORIA, por lo que es para sacar pecho, ya que por desgracia, no podemos decir lo mismo de nuestra clase política...
Este día es la final de la Euro 2012, y en ella, efectivamente vuelva a estar España. Increíble que con todas las decepciones que nos ha dado la selección a lo largo de mi vida (canción de Gomaespuma incluida "A ver qué nos hacen estos" -que, por cierto, ya no hay quien la encuentre, probad-), ahora esté totalmente en la cúspide del fútbol mundial, siendo vigente campeona de Europa y del mundo. Este momento hay que aprovecharlo, que por cierto, coincide con el peor del pais, hasta donde alcanza mi recuerdo.
Bueno, el hecho es que vamos a verlo con nuestros amigos a un sports bar (Barney's Beanery) de Santa Mónica, por el que pasamos el día anterior, y que fue donde vimos la supercopa, como comenté también en la entrada anterior. El bar está petado, cosa curiosa, teniendo en cuenta que el partido es a las 11:45 de la mañana y que la afición al "soccer" aquí, es limitada. El ambiente es muy bueno, predominando las camisetas de España (aunque por lo visto el bar es de un italiano), porque ya se sabe que la gente se apunta a caballo ganador, y ahora, España (en deportes) lo es. Con lo que vemos gente de todas las razas con camisetas rojas, y muy pocos (casi ninguno) con italianas. Además, hay algún español y algún italiano, también.
Del partido, no voy a decir mucho, todos lo vimos. Fue muy emocionante vivir el arrase de España desde aquí, aunque evidentemente, como se viven estos acontecimientos es con los amigos, y aquí se echaron de menos, ya que sólo estábamos los que estamos. Tras la alegría del TRIUNFO hicimos unas cuantas fotos con la gente que simpatizaba con España (por desgracia no las hicimos con nuestra cámara, por lo que no las tengo todavía), y tras la lagrimita de emoción pertinente, por el triunfo y por la lejanía de compartirlo, salimos del bar camino de la playa de Santa Mónica.
Algunos (pocos) nos dan la enhorabuena, ya que vamos con las camisetas de España puestas, pero el acontecimiento, en líneas generales, aquí ha pasado más o menos desapercibido.
Pasamos la tarde en la playa, aunque como no estamos pertrechados no nos bañamos. Jugamos un poco al frisbee (que por cierto soy un manta de pelotas) y tras darle con él a dos señoras tomando el sol, decidimos cambiar a las palas, que están un poco más controladas.
El día de playa acaba tras hacer el pardillo, midiendo mal la subida de la marea (¿cuántas veces en la vida nos tiene que pasar esto y cuántas más nos pasará de nuevo?), sube una ola que nos empapa todas nuestras cosas. Por suerte, no ha habido ninguna baja, sólo zapatos mojados. La mochila la salvó Sandra a tiempo, a costa de mojarse ella entera.
Tras este episodio, ponemos rumbo a casa, felices por ser Españoles. Ninguna Selección había conseguido ser la mejor de su continente dos veces consecutivas y entre medias ser campeona del mundo. Tenemos el MEJOR EQUIPO DE LA HISTORIA, por lo que es para sacar pecho, ya que por desgracia, no podemos decir lo mismo de nuestra clase política...
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