Llegamos al 6 de julio, viernes. Hoy Sandra no tiene clase, y hemos planificado una ruta con Ada por un parque llamado Leo Carrillo, que está por Malibú, además, en la playa que pertenece al parque admiten perros, con lo que tenemos un día perruno completo.
Cuando llegamos nos dicen que las rutas del parque NO ADMITEN PERROS. ¡Pero esto es lo nunca visto!¡Que los perros no puedan pasear por el monte!¡Además en la web, dice que sí que están permitidos! En fin, estas son las cosas que NO MOLAN de los yankees. Regulan demasiado. Bueno, más o menos nos indican dónde podemos encontrar un lugar próximo donde permitan pasear con perro (siempre atado, claro), pero como no tenemos ni papa de la zona, sólo nos enteramos que tenemos que ir a unas seis millas, llegar a Neptuno (sí, Atléticos) y por ahí está el parque que admite perros, denominado Circle X Ranch. Lo peor, es que no nos han dado mapa de donde está, y sólo tenemos una vaga idea de cómo llegar.
En fin que nos ponemos en marcha, un poco contrariados, y tras conducir más de seis millas, no hay ni rastro de Neptuno. Nos perdemos un poco por una zona bastante fea, y decidimos dar la vuelta, que hemos visto que estamos por otro parque, más grande que el de Leo Carrillo, con el curioso nombre de Point Mugu. Sospechamos que quizá dentro de éste se encuentre el circle X Ranch. Una vez dentro, vemos que TAMPOCO aquí permiten que los perros vayan por los senderos, argumentando que pueden asustar a la fauna autóctona y memeces similares.
Continuamos deshaciendo camino y ¡eh, eh, eh!, encontramos Neptune, que resulta no ser una calle o carretera, sino un restaurante como de moteros. Como se nos ha hecho un poco tarde, decidimos tomarnos una cerveza antes de seguir buscando el Rancho en cuestión. Preguntamos al camarero, y nos dice que efectivamente, justo detrás del restaurante, está la carretera que lleva a Circle X, y que está a unas 10 millas. Bueno, ya la cerveza nos sabe más rica y tras dar de beber a la perra emprendemos de nuevo el camino
Tras conducir por una carretera de puerto, yo creo que menos de 10 millas, por fin encontramos el Circle X de los huevs, donde vemos muy poca actividad. No me extraña por otro lado, esto está un poco en el culo de Malibu, que es el único sitio donde los perros no deben perturbar a la fauna local, o que la fauna local no tiene valor para ellos.
El hecho que unas horas después de lo previsto y con bastante calor, emprendemos una ruta por esta zona de montañas. La perra, por supuesto, tiene que ir atada, pero como no hay ni dios, decido soltarla que ya debe andar hartita de estar atada la pobre.
Adjunto la ruta para posteridad, que al final resultó ser moderadamente bonita y muy entretenida, ya que acababa en una gruta (curiosa palabra en inglés 'grotto', hasta ese día desconocida) y resultó ser un poco difícil de transitar por que había que ir haciendo el cabra sorteando rocas. Varias veces tuvimos que coger a delic-Ada para que pudiera avanzar entre las rocas. También he de decir que en un momento dado nos desviamos del sendero y en ese desvío también tuvimos nuestra ración de cabra montesa. La rodilla de Sandra no se resintió pese a que la pusimos en buena prueba.
Ilustro la excursión con una foto del final del recorrido: ¡The Grotto!
Tras la aventura campestre, vuelta a casa y ducha bien merecida tras día de carretera, sudor y arrastramientos de culo por las rocas.
Cuando llegamos nos dicen que las rutas del parque NO ADMITEN PERROS. ¡Pero esto es lo nunca visto!¡Que los perros no puedan pasear por el monte!¡Además en la web, dice que sí que están permitidos! En fin, estas son las cosas que NO MOLAN de los yankees. Regulan demasiado. Bueno, más o menos nos indican dónde podemos encontrar un lugar próximo donde permitan pasear con perro (siempre atado, claro), pero como no tenemos ni papa de la zona, sólo nos enteramos que tenemos que ir a unas seis millas, llegar a Neptuno (sí, Atléticos) y por ahí está el parque que admite perros, denominado Circle X Ranch. Lo peor, es que no nos han dado mapa de donde está, y sólo tenemos una vaga idea de cómo llegar.
En fin que nos ponemos en marcha, un poco contrariados, y tras conducir más de seis millas, no hay ni rastro de Neptuno. Nos perdemos un poco por una zona bastante fea, y decidimos dar la vuelta, que hemos visto que estamos por otro parque, más grande que el de Leo Carrillo, con el curioso nombre de Point Mugu. Sospechamos que quizá dentro de éste se encuentre el circle X Ranch. Una vez dentro, vemos que TAMPOCO aquí permiten que los perros vayan por los senderos, argumentando que pueden asustar a la fauna autóctona y memeces similares.
Continuamos deshaciendo camino y ¡eh, eh, eh!, encontramos Neptune, que resulta no ser una calle o carretera, sino un restaurante como de moteros. Como se nos ha hecho un poco tarde, decidimos tomarnos una cerveza antes de seguir buscando el Rancho en cuestión. Preguntamos al camarero, y nos dice que efectivamente, justo detrás del restaurante, está la carretera que lleva a Circle X, y que está a unas 10 millas. Bueno, ya la cerveza nos sabe más rica y tras dar de beber a la perra emprendemos de nuevo el camino
Tras conducir por una carretera de puerto, yo creo que menos de 10 millas, por fin encontramos el Circle X de los huevs, donde vemos muy poca actividad. No me extraña por otro lado, esto está un poco en el culo de Malibu, que es el único sitio donde los perros no deben perturbar a la fauna local, o que la fauna local no tiene valor para ellos.
El hecho que unas horas después de lo previsto y con bastante calor, emprendemos una ruta por esta zona de montañas. La perra, por supuesto, tiene que ir atada, pero como no hay ni dios, decido soltarla que ya debe andar hartita de estar atada la pobre.
Adjunto la ruta para posteridad, que al final resultó ser moderadamente bonita y muy entretenida, ya que acababa en una gruta (curiosa palabra en inglés 'grotto', hasta ese día desconocida) y resultó ser un poco difícil de transitar por que había que ir haciendo el cabra sorteando rocas. Varias veces tuvimos que coger a delic-Ada para que pudiera avanzar entre las rocas. También he de decir que en un momento dado nos desviamos del sendero y en ese desvío también tuvimos nuestra ración de cabra montesa. La rodilla de Sandra no se resintió pese a que la pusimos en buena prueba.
Ilustro la excursión con una foto del final del recorrido: ¡The Grotto!
Aquí estamos los tres mosqueteros en el final del sendero que nos llevó a esta gruta, donde Ada, se bañó, por cierto |
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